RECORDANDO A MI BUELU

Querido buelo: Cuanto amor viene a mi mente al recordarte, las vivencias
que pasamos, ¿que cómo te recuerdo?, un hombre grandote , de quien me colgaba y no había manera de separarme, tú me enseñaste a caminar, a andar en madreñas, a admirarte. . . . ¡cuanto sabias!, hablabas muy bién, aún guardabas lo aprendido en tus días en Cuba.


Recuerdo un día que me llevaste a segar, me subiste entre las parijuelas a
una pollina "la Gilda", de repente echó a correr y con mis huesos al camín
di; ¡ pobre de ti !, le decías a voz en grito mientras me levantabas, verás lo que ye bueno, tirar a la neña pa mancala. . . ., claro que lo sintió, menudos focinazus le dio mi buelo , no entendería. . . yo doy fe que sí, perfectamente, nunca más lo volvió hacer.


Fueron años felices, me llevabas al Tabazo, eso era un mundo, una envidiada joya que con orgullo, contabas como la compraras cuando viniste de Cuba,una preciosa mansión. En aquellos lejanos tiempos hacían noche en ella la gente que iba al mercao a Grao con animales o a la fragua donde se hacían aperos de labranza, se ferraban los animales etc.....

Lo recuerdo con nostalgia, podría decir que fué allí donde aprendí a caminar o me salieron los dientes; llegamos al pascón y se olían los rosales que desde la casa al medio la huerta llegaban, es un olor tan peculiar que cuando alguna vez voy me parece percibir a pesar que no existen ,en su lugar solo crecieron ortigas ¡ qué pena ! menos mal buelo que no lo ves ó tal vez si.............


El portalón, donde mama hacia la comida en verano, allí en una esquina me
preparaban una cama para la siesta ¡ cuando despertaba que desconsuelo ! me faltaba buelo , llorando desconsolada pronto venias ,me subías a hombros, me secabas los lagrimones con aquellas enormes manos y pronto me pasaba, en tus brazos ¡que segura me sentía!.


Los años fueros pasando, mi amor y admiración crecían, eran tiempos en los que los vecinos venían a escuchar la radio ¡ cómo lo explicabas !, aquellos famosos filones, siempre me dormía en tus brazos.


Así felizmente y como un sueño pasaron los años ¡te fuiste pronto! no me
dio casi tiempo de decirte lo mucho que te quería.


Siempre me librabas de las riñas de papá; cuando cogíamos el cordel de
encarrar pa jugar a la soga o atarlo en las vigas de columpio ¡ qué poco
sabíamos del valor de aquel simple cordel ! y muchas mas travesuras que
siempre nos tapabas.


Cada día te echo más y más de menos, aunque yo se que me visitas, estoy segura ¿cuantas veces me parece escuchar tu respiración o  una caricia?, los dos sabemos que es cierto, nuestro amor va mucho mas allá de este paseo terrenal, se que nos reuniremos y disfrutaremos de la eternidad.


Te quiero buelo, cuida de mí mucho hasta que llegue ese feliz momento.

 

 


                         
Tu nieta, con amor, Doris